BELÉM (PA) – La discusión sobre el futuro climático y social ganó protagonismo en el Eje 3 de la Plenaria de la Cumbre de los Pueblos, con la participación de importantes líderes que defienden una transformación radical en los modelos económicos vigentes. El debate reunió perspectivas globales y de base, centradas en la deconstrucción del sistema de explotación y comercialización de recursos naturales y en la garantía de derechos para los pueblos del Sur Global.

Exigencia de Transformación Sistémica y Democrática

Fernando Tormos-Aponte, sociólogo político, investigador y miembro de la Just Transition Alliance (Alianza para la Transición Justa), en Estados Unidos, articuló la necesidad de un cambio que vaya más allá de las soluciones de mercado. Su discurso apuntó directamente a la raíz estructural de las crisis:

“Estamos exigiendo ir contra el sistema capitalista, racista y patriarcal que consistentemente prioriza la ganancia y la acumulación en detrimento de la vida y la naturaleza. Vemos el impacto de este sistema en la privatización de todos los servicios sociales, donde aquello que no genera ganancia no merece atención. Proponemos, por lo tanto, un sistema diferente que no ponga la ganancia antes de la vida. Y para ello tenemos que tener una transformación sistémica. Sabemos que esta transformación es un proceso que lleva a otras personas afectadas por estas transiciones. Y esta es una apuesta por la democracia.”

La perspectiva de la clase trabajadora brasileña fue presentada por Rosalina Amorim, Secretaria Nacional de Medio Ambiente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), quien destacó la urgencia de democratizar la energía. Rosalina criticó vehementemente la forma en que se ha implementado la transición energética, sin garantizar el acceso de las comunidades más distantes y penalizando a la clase trabajadora. Reforzó que es necesario estar en la primera línea de la discusión para garantizar que la energía no se convierta en otro factor de exclusión y que la clase trabajadora no sea la principal víctima de este proceso.

El activista Farai Maguwu, Director Fundador del CNRG (Centre for Natural Resource Governance), en Zimbabue, se sumó a la discusión, aportando la perspectiva africana de la lucha contra la explotación y comercialización de recursos naturales y los abusos de derechos humanos ligados a este comercio. Su actuación, especialmente en la denuncia de crímenes relacionados con diamantes en Zimbabue, refuerza la necesidad de controlar el capital transnacional y garantizar la soberanía sobre los recursos naturales.

El consenso en la Plenaria Eje 3 es que la Transición Justa y Popular debe ser un proceso guiado por la democracia, la justicia social y el abandono de un sistema que coloca la ganancia por encima de la vida.

En Común: el Dolor Une las Luchas Globales en la Cumbre de los Pueblos

La Plenaria del Eje 3 de la Cumbre de los Pueblos abrió espacio para un momento de fundamental importancia: el intercambio directo de los dolores e injusticias sentidos en diferentes partes del mundo. La fuerza de este momento reside en la constatación de que, aunque actúen en países y organizaciones distintas, los activistas son movidos por un impulso común: el enfrentamiento a las plagas generadas por el mismo sistema capitalista y explotador.

Las narrativas convergieron en una única dirección, probando que la crisis es sistémica. Maria das Graças Lima Bento, afectada por el crimen de Samarco, VALE y BHP (la represa de Fundão en 2015) en Mariana, trajo el drama vivido en Barra Longa, Minas Gerais. Al describir la devastación del lodo que comprometió los terrenos de siembra y los ingresos familiares, ella resaltó que la lucha por los derechos conquistados — como el Programa de Transferencia de Renta (PTR) — ya dura diez años, y que su participación es en solidaridad con todos los afectados, ya sea por represas u otras formas de explotación.

Esta lucha contra la negación de derechos encuentra eco en las críticas directas a las estructuras de poder. Moira, activista Mapuche de la Patagonia, hizo un gran llamado por el cambio de paradigma político, defendiendo que la tierra sea reconocida como sujeto histórico y social en las discusiones democráticas, y no solo las personas. Criticó duramente los actuales “modelos de países que niegan el derecho de los pueblos indígenas y, sobre todo, que niegan la tierra”, clasificando a las naciones sudamericanas como “repúblicas coloniales”.

La responsabilidad global por esta estructura fue destacada por Tyrone Scott, de la organización británica War on Want. Scott definió la Cumbre como un proceso colectivo de imaginación y organización de los movimientos de América Latina, África, Asia y Europa que se niegan a ver la idea de transición ser “capturada” por el status quo. Scott llamó la atención sobre la responsabilidad histórica y continua del Norte Global sobre el caos climático y la muerte ecológica, defendiendo que no puede haber transición justa en el Sur sin que las naciones y corporaciones ricas se contabilicen por haber causado la crisis.

En esencia, los discursos, unidos por la misma motivación, se hacen eco de la crítica hecha por Rosalina Amorim (CUT Brasil) en otro momento de la plenaria: el rechazo a cualquier transformación energética que se implemente sin garantizar el acceso a las comunidades más distantes o que penalice a la clase trabajadora, reforzando la urgencia de la democratización de la energía y los recursos. El clamor colectivo es claro: el dolor de la explotación capitalista es el motor para la construcción de un frente unificado por un futuro justo.

Cierre
Con la conclusión de las contribuciones, el Eje de la Transición Justa, Inclusiva y Popular se cierra, celebrando la Unidad y la Esperanza que marcan los espacios de la Cumbre de los Pueblos. El documento de síntesis, enriquecido por los aportes de casi 30 activistas, seguirá ahora hacia la Declaración Final, y todos los participantes son invitados a dirigirse a la Carpa Solidaridad, donde se encontrarán con los demás ejes en un paso crucial para la consolidación de un frente unificado de lucha.

Fotos: Samara Silva/Ag.EficazPress