El sindicalismo es fuerza motriz de la transición justa, agenda que corre riesgo de captura corporativa, alerta Sebastián Ordóñez en la Pre-COP Sindical en Brasilia

Durante la Pre-COP Sindical, celebrada en Brasilia los días 9 y 10 de octubre, Sebastián Ordóñez Muñoz, representante de la organización británica War on Want e integrante de la Comisión Política de la Cumbre de los Pueblos rumbo a la COP30, lanzó una fuerte advertencia: la agenda de la transición justa fue originalmente levantada por el movimiento sindical, pero corre el riesgo de ser vaciada y apropiada por intereses corporativos.

Ordóñez destacó que la transición justa nació como una bandera del sindicalismo internacional, enraizada en la defensa de los derechos, la justicia social y la transformación estructural de la economía. Sin embargo, según él, “estamos en un momento en que esa bandera corre el riesgo de convertirse en una herramienta de mercado, sin derechos ni justicia. Es más urgente que nunca defender su raíz transformadora”.

En su intervención, el dirigente habló también en nombre de War on Want, una organización con raíces sindicales en el Reino Unido, nacida hace casi 75 años del movimiento de trabajadores británicos y que hoy actúa en alianza con movimientos del Sur Global en defensa de la justicia económica, la solidaridad internacionalista y la transformación sistémica. “Estamos en el Norte Global, pero comprometidos con la lucha de los pueblos del Sur, porque es allí donde se siente con más fuerza el peso de la desigualdad y del modelo extractivista que necesitamos transformar”, afirmó.

Sebastián situó el debate sobre la transición justa en el contexto de una crisis sistémica e interconectada, que combina colapso climático, aumento de la desigualdad, pérdida de derechos y erosión democrática. “Vivimos un momento en que todas las crisis están entrelazadas: la crisis climática, la desigualdad, la pérdida de derechos, la erosión de la democracia. Son expresiones de un mismo sistema de capitalismo depredador, basado en la extracción y la desigualdad estructural, lo que algunos describen como una economía de intercambio desigual entre el Norte y el Sur”, señaló.

Al comentar las discusiones del día anterior, Ordóñez citó ejemplos concretos que revelan el carácter global y desigual de la crisis. En el mundo árabe, observó, los sindicatos enfrentan contextos autoritarios y economías dependientes del petróleo, mientras los trabajadores migrantes sufren nuevas formas de explotación, incluso en sectores considerados “verdes”.

También llamó la atención sobre la creciente militarización y el aumento del gasto en defensa que alimentan los conflictos y desvían recursos esenciales de la acción climática. Y sobre el hecho de que el colapso climático ya afecta directamente a la clase trabajadora, expuesta al calor extremo, a la escasez de agua y a condiciones laborales cada vez más inseguras.

“Estos ejemplos nos recuerdan que la transición justa es, ante todo, una lucha laboral. Y frente a la extrema derecha, que manipula la ciencia y el miedo, nuestro desafío es politizar el debate, conectar la lucha por el trabajo y la dignidad con la lucha por el clima y la justicia”, destacó.

Ordóñez defendió que el sindicalismo no debe limitarse a llevar su propia agenda a las negociaciones climáticas, sino actuar como una fuerza impulsora de una agenda amplia de transformación, que una las luchas de los pueblos y confronte los sistemas que perpetúan la desigualdad y la destrucción ambiental.

Elogió la iniciativa de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Confederación Sindical de las Américas (CSA) y la Central Única de los Trabajadores (CUT) de promover la Pre-COP Sindical, destacando el espacio como un ejercicio de “minga”, concepto andino que remite al trabajo colectivo, solidario y transformador.

La Cumbre de los Pueblos, que se celebrará del 12 al 16 de noviembre en Belém, fue señalada por él como un espacio estratégico para tejer alianzas entre sindicatos, movimientos sociales y redes globales, y consolidar una agenda común por una Transición Justa, Popular e Inclusiva, tema del Eje 3 del proceso de la Cumbre.

“El sindicalismo puede, una vez más, ser la fuerza que una nuestras luchas y nos recuerde que la transición no es un sacrificio, sino una conquista colectiva”, concluyó.

Foto: Naira Leal

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